Qué es el burnout
En el entorno laboral se crean situaciones de mucho estrés, presión e incluso de competitividad entre compañeros. Estas condiciones, a la larga, suelen generar niveles de angustia y agotamiento emocional muy elevados, llegando a afectar a la salud física y emocional de los empleados. Este estado se conoce como burnout o síndrome del trabajador quemado.
En 2019 la OMS (Organización Mundial de la Salud) lo ha reconocido como enfermedad y fue incluida en la Clasificación Estadística Internacional de Enfermedades en la entrada del año 2022.
Causas del burnout
Cómo comentaba anteriormente, el burnout suele ocurrir en el entorno laboral debido a las condiciones del trabajo.
Situaciones que pueden incrementar las posibilidades de sufrirlo
- Mala organización y/o exceso de trabajo: La falta de tiempo para realizar las tareas provoca que el trabajador deba alargar sus horas laborales y pocas veces salga de su puesto de trabajo a la hora, incluso llegando a llevarse el trabajo a casa.
- Ambiente laboral: Cuando en un entorno laboral hay relaciones entre compañeros basadas en la desconfianza, poco cooperativas y destructivas, esto produce altos niveles de tensión a los miembros del equipo o a la compañía.
- Expectativas demasiado altas y/o poco realistas: En muchas ocasiones, se le imponen al trabajador exigencias con expectativas muy altas y/o poco realistas que pueden llegar a causar síntomas de ansiedad, apatía, tristeza, etc.
- Inestabilidad laboral: La inseguridad de perder el puesto de trabajo (ya sea por situación de crisis de empleo o características del cargo y/o contrato) genera una preocupación y estrés añadido. En este caso, los grupos que se han visto más afectados son los jóvenes, mujeres y las personas mayores de 45 años.
Tipos de personas más vulnerables a sufrir burnout
Además, también debemos pensar en que cada persona es un mundo y el carácter y la personalidad influye mucho en este tipo de enfermedades.
Factores personales:
- El deseo de destacar y obtener resultados brillantes
- Un alto grado de autoexigencia
- Baja tolerancia al fracaso
- Perfeccionismo extremo
- Necesitan controlarlo todo en todo momento
- Sentimiento de indispensabilidad laboral
- Son muy ambiciosos.
- Dificultad para conocer y expresar sus emociones.
- Impacientes y competitivos por lo que les es difícil trabajar en grupo.
- Gran implicación en el trabajo
- Pocos intereses y relaciones personales al margen del trabajo.
- Idealismo
- Sensibilidad
Todo se acentúa si:
- No tiene una preparación adecuada para enfrentar las expectativas organizacionales con relación al trabajo.
- Tiene dificultades para pedir ayuda a los compañeros o trabajar en equipo.
- Cuando no comparte las ideas, metas o valores del grupo de trabajo o la empresa.
- Experimenta sentimientos de miedo o culpa cuando no ha cumplido algo que debería haber hecho.
- No es capaz de compartir sus preocupaciones o miedos sobre su vida laboral con su pareja, familia o amigos.
- No descansa lo suficiente cuando está cansado.
- No encuentra otro empleo cuando desea cambiarlo.
- Tiene problemas familiares, económicos, etc.
Los síntomas
En muchos casos, es complicado detectar cuando una persona sufre de burnout, debido a que es algo que la persona suele intentar disimular.
Sin embargo, se puede prestar atención a ciertos comportamientos y actitudes que podrían ser indicativos de que una persona padece el síndrome del trabajador quemado.
Estos síntomas se pueden ver en 4 estados diferentes:
- Forma leve: Los afectados presentan síntomas físicos, vagos e inespecíficos (cefaleas, dolores de espaldas, lumbalgias) y se suelen volver poco operativos.
- Forma moderada: Aparece el insomnio, el déficit en la atención y la concentración y la tendencia a la automedicación.
- Forma grave: Aumenta el ausentismo, la aversión por las tareas y el cinismo. Además, suelen abusar del alcohol y los psicofármacos.
- Forma extrema: Aislamiento, crisis existencial, depresión crónica y riesgo de suicidio.
Una forma de evaluar y medir este síndrome es a través del MBI (Maslach Burnout Inventory), un instrumento que mide 3 aspectos del burnout: cansancio emocional, despersonalización, relación personal.
Qué tipos de burnout existen
Según una investigación de la Universidad de Zaragoza, se detectan tres distintos tipos de conducta frente al burnout a pesar de presentar síntomas similares.
- El trabajador frenético: con una sobrecarga de trabajo y exceso de responsabilidades que siente que no puede afrontar. Su técnica para combatir esta situación es volcarse completamente en su trabajo con tal de cumplir con sus obligaciones. Su productividad no se ve tan afectada como el resto de los perfiles.
- El trabajador desgastado: se da por vencido enseguida, creando un ciclo vicioso que lleva a una falta de entusiasmo y a tener acciones poco profesionales. Afronta esta situación desconectándose de sus obligaciones, abandonando tareas y descuidando sus responsabilidades.
- El trabajador sin desafíos: presenta una gran falta de desarrollo personal, llevando a distanciarse y distraerse de su entorno y obligaciones.
Sus consecuencias
Acabamos de ver cómo le afecta el burnout al trabajador, pero también existen consecuencias para la empresa, algunas de estas podrían ser:
- Abandono de la organización
- Insatisfacción laboral
- Pérdida de motivación
- Bajada de rendimiento
- Rotación laboral
Cómo evitar el burnout
La mejor forma de evitar el burnout es averiguar lo qué lo está desencadenando y cómo está afectando a la persona. Sin embargo, también hay formas de reducir el riesgo de sufrir el síndrome del trabajador quemado, te las cuento a continuación:
- Mantener un estilo de vida saludable: Una alimentación adecuada y la realización de ejercicio físico es esencial para mantener una buena salud y un buen estado de ánimo, evitando enfermedades y contribuyendo a un mejor descanso y bienestar.
- Cuidar el bienestar emocional: Una buena gestión emocional genera una actitud positiva y una alta autoestima. Además, también ayuda a tomar decisiones y tolerar situaciones de frustración, motiva para alcanzar nuevos retos y minimiza el riesgo de sufrir depresión y situaciones parecidas.
- Buscar el crecimiento personal: Seguir desarrollando nuevas habilidades ayuda a no quedarse estancado y se evita el sentimiento de falta de realización personal.
- Mantener una buena organización: Tener un orden en el día a día, tanto en el trabajo como en un ámbito personal, ayuda a tener todo bajo control y minimiza el riesgo de encontrarse en situaciones que puedan ser estresantes.
Además, si la empresa desea evitar que sus empleados sufren este síndrome, puede ofrecer servicios de salud, incentivando así una forma de vida saludable.
Cómo actuar si un empleado sufre burnout
Lo más eficiente, siempre será evitar que una persona llegue a sufrir burnout, de ahí la expresión “mejor prevenir que curar”. No obstante, si llega la situación, se deben realizar ciertas acciones para solucionar el problema. Desde cambios organizativos hasta tratamiento psicológico.
Hablar con el empleado y detectar la fuente de este exceso de estrés puede ayudar a encontrar una solución que reduzca el estado del trabajador. Además, otra buena opción es proponer una ayuda externa al empleado, ya sea psicológica o de apoyo para mejorar su estilo de vida (en función de las necesidades de la persona), para erradicar y evitar que vuelva surgir este síndrome.
Healthy Teams da la oportunidad a las empresas de cuidar a sus colaboradores, poniendo especial atención a su bienestar emocional y los hábitos saludables.
